–Si su color primero, el de verdad, el que ama, es el azur. Honra el azur, manifiéstate sobre su azur. Ama su azur. Venéralo. Sé feliz por su azur. Habla a su azur, con ella. Ella es el azur.
Tiene más colores al lado, incluso los hace más importantes que su azur. Tiene colores, que atraen, distraen; colores parecidos. Pero, en realidad, su corazón, su alma, ella, es el azur.
Puede ser otro color. Ese otro color que sea. Podría haber sido, rojo, negro, blanco, amarillo, verde, naranja, marrón, gris, violeta, cualquiera, o arco iris. Ella puso el azur.
Una verdadera lucha de amor en su solo color; en unas solas líneas, fue y es, a Azur.
–Si su color primero, el de verdad, el que ama, es el magenta. Honra el magenta, manifiéstate sobre su magenta. Ama su magenta. Venéralo. Sé feliz por su magenta. Habla a su magenta, con él. El es el magenta.
Tiene más colores al lado, no los hace más importantes que su magenta. Tiene colores, que atraen, distraen; colores parecidos. Pero, en realidad, su corazón, su alma, él, es el magenta.
Puede ser otro color. Ese otro color que sea. Podría haber sido, rojo, negro, blanco, amarillo, verde, naranja, marrón, gris, violeta, cualquiera, o arco iris. El puso el magenta.
Una verdadera lucha de amor en su solo color; en unas solas líneas, fue y es, a Magenta.
4 Comentarios. Dejar nuevo
yo entiendo que se atraen como un imán pero cada uno tiene su color ella el azur y el color magenta y eso hace que no se unan pero se aman eso es lo que yo entiendo sino fuera a sin me gustaría que me contaras como es gracias por tu libro mea gustado muncho javier
Hola Isabel!
Lo bonito es que cada uno lo entienda a su forma. Me da pena quitar la ilusión de cómo debe entenderse. Aunque trato que la interpretación sea una y no varias. Con mis textos, sin darme cuenta, doy la opción diversa. No intento retocar la inspiración porque el texto daría un bajón terrible.
Pero, si te sirve, ella tiene en su corazón y alma (el color azur, «su príncipe» oculto en ese color) y él tiene (a Magenta, a la vista). Ella simula con otros colores a la vista y él no. El, puede que no vea o sienta el azur de ella porque ella pone por delante suyo otros colores diferentes al azur.
Es la libertad de comportarse él y ella.
Ella verá el magenta de él, de primeras, porque está puesto, declarado, a la vista. Aunque también puede que le atraiga otro color o sentimiento de él, diferente al Magenta. El, digamos que, se declarará a ella con Magenta, será directo, sin ocultarlo, y podrá conquistar a ella si ve el Azur de ella. Y ella, se dejará conquistar si él adivina, su amor, su Azur de ella aunque lo oculta detrás de otros colores.
Lo mismo pasa en la vida real, en el amor o en el amor puro, entre un romántico y una romántica, entre un hombre y una mujer. Esa es la idea, con Azur y Magenta.
Siempre, feliz, guste el libro 🙂
ajajjaajjajja gracisas por la explicacion mea aclarado muncho y llevas toda la razón besotes y gracias Javier
😀 Contento de aportar alguna pista a esos dos colores, «sobretodos de amor».